Conseguir crear una marca personal reconocida puede marcar un antes y un después en tu negocio online. De hecho, debe ser uno de tus principales objetivos estratégicos.
Tendemos a identificar marca personal con el conjunto de acciones de comunicación que un experto hace en internet a través, por ejemplo, de sus redes sociales, su blog o su canal de Youtube.
Pero es más que todo eso. Hay 3 ejes más, relacionados con el branding y el diseño gráfico y luego con el valor y la calidad de los servicios y productos que vendes. De todo esto voy a escribir hoy.
También de las diferencias entre una marca personal y una marca corporativa y de los vasos comunicantes que se establecen entre ellas.
Y de la importancia de abordar la creación de tu marca personal como un proyecto en el que hay que definir una estrategia y en el que intervienen muchos factores a lo largo de los años.
Vamos a profundizar primero en los conceptos de marca y posicionamiento y después vemos la guía rápida en 12 pasos para que empieces a crear e impulsar la tuya.
¿Qué Vamos a Ver?
Por qué necesitas crear una marca personal
Una característica común en la mayoría de los negocios que triunfan online es haber construido una marca diferencial.
Es algo fundamental. Hay mucha competencia en el mercado online, mucho ruido. El mercado se ha profesionalizado mucho en los últimos años.
Por eso es más importante que nunca ser percibido como alguien que hace algo diferente, incluso único. Una buena marca personal te va a ayudar a marcar la diferencia.
Lo bueno de una marca personal respecto a una corporativa es que, con una imagen y una personalidad más establecida y humanizada, conectas de manera diferente y más cercana con el público.
Pero, ¿qué es una marca personal?
Circulan muchas definiciones de marca personal con un punto en común: la marca personal es cómo te perciben tus clientes y el entorno. Esta cita es bastante ilustrativa:
Una marca personal es lo que dicen de ti cuando no estás delante. (J. Bezos, CEO de Amazon)
Si, lo que se dice de ti a tus espaldas. Y puede ser bueno o no tan bueno. O neutro o gris, que es casi peor, cuando no dejas ningún impacto.
Cuando se define marca personal muchas veces se habla de la huella que dejas en otras personas. Y a veces del conjunto de expectativas, historias y relaciones que hacen que un consumidor se decante por comprar tu producto.
Lo que distingue a la marca personal de la corporativa es. como su propio nombre indica, su vinculación con una persona.
Y no nos referimos a un logo con nombre y apellidos, que es el caso extremo, sino a un conjunto de elementos de comunicación y del negocio.
Porque una marca personal es una forma de darse a conocer, de ganar visibilidad y hacer crecer el negocio.
Como ves es un concepto más complejo de lo que parece a primera vista. Y que está estrechamente relacionado con el concepto de posicionamiento y las estrategias competitivas que adoptes.
Posicionamiento y creación de marca
El posicionamiento es el lugar que queremos ocupar en la mente del cliente ideal. Lo que dicen de ti cuando no estás delante, como acabamos de ver.
No se trata de un concepto estático, todo lo contrario, depende de muchas variables:
- El mercado: nivel de competencia y las posibilidades de diferenciación que haya en el mercado.
- Tu propuesta de valor y las características diferenciales de la misma.
- Tu estrategia de comunicación y tu capacidad de llamar la atención de tus clientes potenciales.
Es decir, tu posicionamiento tiene que ver sobre todo con aquello por lo que vas a apostar para diferenciarte. Tienes que definir tu objetivo de posicionamiento: ¿cómo quieres que se te recuerde y se hable de ti cuando te des la vuelta?
Y como tus recursos son limitados y no puedes diferenciarte en todo, tendrás que priorizar.
¿Y por qué vas a priorizar?: ¿por ser el mejor en un nicho determinado?, ¿por tener el mejor producto, con el mejor diseño y más complementos?, ¿por ser el que mejor vende o por ser el más económico?.
Si no consigues posicionarte de forma diferenciada, serás uno más en el «océano rojo» de tu mercado, peleándote a dentellada limpia con tus competidores.
Tu aspiración debe ser crear tu propio «océano azul«, diferenciado de tus competidores, dónde puedas nadar a gusto.
Diferencia entre marca personal y marca corporativa
Vamos a ver las principales ventajas que debes valorar a la hora de crear una marca personal u optar por una marca corporativa.
Ventajas de una marca personal
- Más humana, hay una cara visible y transmite mejor tu personalidad.
- Más cercana, resulta más fácil conectar con las emociones del cliente.
- Adecuada para proyectar una imagen de persona experta, de especialista en una temática.
- Al principio sobre todo, la llevas desde tus propios perfiles de redes sociales.
Ventajas de una marca corporativa
- Imagen más profesional, transmite más seriedad. Por el contrario, eso exige mayor esfuerzo e inversión en marketing para conectar.
- Más adecuada para un negocio grande, que no dependa de una persona. Eso facilita por ejemplo la captación de inversores.
- Marca más independiente de tu personalidad, lo que hace que sea más fácil delegar todas las acciones de comunicación (blog, redes sociales, newsletter…)
- Mejor si tienes en mente la posibilidad de vender tu negocio en el futuro.
Las 2 opciones pueden ser buenas.
De hecho, mucho profesionales freelance y pymes, que empiezan con marca personal, acaban lanzando una marca corporativa como complemento. Y viceversa.
Porque cuando el negocio va bien y tiene capacidad de inversión, invertir en las dos marcas permite reunir lo bueno de cada una de ellas.
Ejemplos de marca personal
Vamos a ver 4 ejemplos de marcas personales contrastadas, referentes cada una de ellas en sus mercados.
Primero dos marcas 100% personales, que utilizan nombre y apellidos:
- Enrique Dans, experto en tecnología y negocios de gran prestigio que potenció su marca personal con su blog, Twitter y Linkedin, lo que le ha abierto la puerta a múltiples colaboraciones como speaker, formador y en televisión.
- Borja Vilaseca, experto en autoconocimiento y desarrollo personal, con un canal de Youtube con 340.000 suscriptores. Ofrece masters y formación.
Y luego dos marcas corporativas, pero que tienen detrás a grandes emprendedores que desarrollan estrategias de marca personal:
- Yoriento, en la marca de Alfonso Alcántara, experto en desarrollo profesional, que ha impulsado su marca con su blog, Twitter y Facebook y que ofrece conferencias, formación y coaching.
- Para Inmigrantes: es la marca de un viejo conocido, el abogado especializado en temas de extranjería, Vicente Marín, que fue una de las personas que me enseñó unas cuentas cosas cuando empezamos con Infoautónomos.
Como puedes ver la clave no es el «naming» sino el esfuerzo de comunicación y el desarrollo del negocio.
Yo, tanto en Mentoring Negocios como antes en Infoautónomos, he creado negocios con la aspiración de crecer y crear equipo y por eso he optado por marcas corporativas pero potenciando ciertos rasgos diferenciadores de personalidad.
Y tú, por que te decantas, ¿marca personal o corporativa? Te leo en comentarios. 🙂
Los 4 ejes de creación de una marca
Crear una marca con autoridad es un proceso complejo que se construye con los años, sobre todo si no tienes apenas dinero para invertir en un equipo que te ayude.
Es un proceso que conlleva mucho trabajo y en el que intervienen muchos factores, que podemos organizar en estos 4 ejes:
- Comunicación: incluye tu personalidad, tu tono de voz, tus valores y tus objetivos. Y luego el uso de redes sociales, emailing, la creación de contenido de calidad (blog, Youtube, podcast), webinars. Y por supuesto los textos y estructura de tu web.
- Diseño gráfico e identidad visual: incluye el logo, los colores que te representan, tu nombre, el material gráfico que uses en tus comunicaciones. Y toda la parte de diseño de tu web.
- Valor del servicio: la percepción y expectativas que generas en tus clientes, sobre todo en relación a la calidad-precio.
- Servicio al cliente: la experiencia de tus clientes contribuye a reforzar la marca. Y ahí son cruciales tu equipo, sobre todo el que está en contacto con el cliente, así como la generación de una relación de confianza.
Guía de 12 pasos para crear tu marca personal
Vamos con la guía, puedes empezar a crear tu marca personal en solitario siguiendo estos 12 pasos:
1. Analiza tu marca
Hay que comenzar por unos buenos cimientos, para ello tendrás que definir la marca y dónde se sitúa con respecto al resto de competidores.
Empieza eligiendo el nombre de tu marca, en este artículo sobre el naming y cómo poner nombre a tu empresa puedes profundizar en los distintos criterios a considerar.
Analiza el contexto en el que te encuentras, tu competencia, tus puntos débiles y los fuertes. Cuanta más información puedas recopilar, más probabilidades tendrás de tomar buenas decisiones.
Haz uso de las herramientas de análisis como son las matrices DAFO y CAME, el PESTEL y el CANVA. Son sencillas de utilizar y te permitirán reflexionar e ir perfilando la estrategia.
2. Define tu marca y los valores
¿Quién eres, qué haces y por qué lo haces? Muchas veces no nos paramos a contestar a algo tan sencillo como estas preguntas. Es imprescindible que las tengas claras. A partir de ahí puedes formular tu propuesta de valor y tu diferenciación con respecto a la competencia.
Los valores de tu marca te acompañarán en todo momento, en las acciones que emprendas, en tu comunicación y en el trato con tus clientes. Por eso no basta con ponerlos en tu web en el apartado de misión, visión, valores. Hay que demostrarlos.
3. Tu Cliente ideal
Ese famoso cliente ideal que tanto cuesta trazar. Seguro que ya has oído hablar de él. El sentimiento de que estás perdiendo oportunidades si acotas demasiado al cliente es natural, todos lo hemos tenido. Pero hay que sobreponerse. Por mucho que llegues a más gente, si la comunicación no es efectiva, no vas a vender más.
Tienes que enviar tu mensaje a las personas adecuadas y para ello hay que adaptarlo. Por eso es recomendable que crees un prototipo. Puedes usar un mapa de empatía o cualquier otra estructura, lo importante es que tengas en mente a tu buyer persona y te dirijas a ella.
4. Define objetivos SMART
Tenemos claro el contexto, quiénes somos y a quién nos dirigimos. Ahora hay que establecer los objetivos de tu empresa. Es la única manera de orientar las acciones y comprobar si vas por el buen camino.
¿Qué quieres conseguir? Delimita el territorio de marca en el que te quieres mover, haz medibles los logros y priorízalos. Puede ser por ejemplo: Facturar X dinero, contactar X empresas, llegar a X personas.
Si un objetivo no lo puedes medir o no le puedes poner fecha, es síntoma de que debes dividirlo en parcelas más pequeñas.
5. La identidad visual
Ya podemos empezar a darle forma a nuestra marca personal. Y aquí entra la identidad visual, esa imagen corporativa que va a hacer que te reconozcan en cualquier parte. Necesitas definir previamente el logo, los colores y la tipografía para que toda tu difusión visual sea coherente.
Haz un manual de Identidad Corporativa donde puedas dejar claro todos estos aspectos. Ahorrarás tiempo, ganarás en claridad y será más sencillo delegar.
6. Cuida la imagen
En una marca personal, eres la cara visible de la empresa. Por eso tienes que cuidarla. Te aconsejo que te hagas fotos profesionales y que compruebes cómo te encuentran en las redes sociales.
Tal vez no es muy recomendable para tu imagen que al googlear tu nombre encuentren una foto en Facebook de fiesta con los amigos. Sabes a qué tipo de fotos me refiero ¿verdad?
Separa tus cuentas profesionales y personales, cuida tu nombre, las apariciones y no olvides que eres una empresa. Unipersonal, sí, pero una empresa a fin de cuentas.
7. Estrategia de comunicación
La estrategia comunicativa es uno de los grandes pilares de toda marca personal. Prepárala y trázala a conciencia. ¿Cómo vas a comunicarte con tu audiencia? ¿En qué tono, qué quieres proyectar y qué canales vas a utilizar?
Lo más habitual y recomendable para empezar es una página web y algunas redes sociales bien seleccionadas. Es preferible empezar por pocas (incluso una sola) y cuidarlas antes que abrir cuentas en todas partes y luego no mantenerlas. Depende mucho del sector, pero en líneas generales, un blog potente no falla, es un gran aliado. Eso sí, lleva tiempo.
Tu estrategia de comunicación está presente en todo momento. A la hora de enviar un email, llamar a un cliente o hacer un webinar. Es fundamental que esté siempre alineado lo que eres, lo que dices y lo que haces.
8. Acciones enfocadas a objetivos
Es momento de ponerse manos a la obra. Qué acciones vas a tomar para poder alcanzar esos objetivos que ya tienes definidos. Todos los puntos que has ido trabajando tienen que acompañar de una forma u otra tus movimientos. No los pierdas de vista.
Concretar las acciones y llevarlas a cabo te ayudará a precisar el trabajo, a calcular mejor tu tiempo y modificar las estrategias que sobre el papel funcionaban pero al ponerlas en práctica no. Pasar a la acción significa reajustar y ser flexible, siempre partiendo del trabajo de análisis previo.
9. Mide el resultado y corrige
Este es uno de los pasos que se olvidan con más facilidad. Y es que el famoso ojímetro no funciona. Puedes tener suerte, pero si utilizando métricas aumentas tus probabilidades de alcanzar los objetivos y conseguir buenos resultados, ¿por qué no usarlas?.
Las métricas te van a permitir contrastar lo que ocurre de verdad con respecto a las previsiones. Te darán una pista de si tienes que seguir por el mismo camino o corregir alguna acción o planteamiento previo. Todo parte de la prueba y error, aunque si te rodeas de expertos o cuentas con un mentor, ganarás tiempo y podrás enfocarte en lo que sí funciona.
10. Cuida el networking y trabaja la autoridad
El networking es importante para todo tipo de profesiones, pero en el caso de la marca personal adquiere un mayor protagonismo. Te permite aumentar tu visibilidad y llegar a más gente.
Cuida la interacción a través de las redes sociales, optimiza tu perfil de LinkedIn y acércate a colegas y profesionales de sectores afines. Participa en charlas, conferencias y congresos. Pero no hace falta apuntarse a todo, selecciona bien en qué vas a gastar tu tiempo y energía.
Crear un grupo mastermind, buscar guest posting o hacer directos o entrevistas son iniciativas que pueden servir para introducirte en tu sector y crear alianzas con colegas de profesión.
11. Cuenta tu historia
Una de las ventajas que tiene una marca personal es la capacidad de conectar más fácilmente. Cuenta tu historia y consigue que tus lectores y seguidores empaticen con ella. Haz uso de las técnicas de storytelling. En nuestra naturaleza está el contar relatos, ha sido durante siglos una herramienta de supervivencia y aprendizaje.
Los estudios demuestran que nos acordamos mejor de las cosas si nos las cuentan en formato narrativo.
Esto no va de exponer tu vida sin ton ni son, sino de elegir algunos aspectos o anécdotas concretos para que tus potenciales clientes se sientan identificados y que, a la vez, de manera sutil, transmitan tu experiencia, competencia y tus valores.
12. Sé constante
Estás en el inicio del camino, no siempre es fácil, pero sí gratificante y muy motivador.
No vas a construir una marca personal de un día para otro y no hay que desmotivarse, sino aceptar que todo forma parte del proceso e ir paso a paso avanzando. Por eso, sé constante en tu trabajo, con tu blog y tus redes sociales. Acabarás viendo los resultados.
Una marca personal es un altavoz que puede llegar muy lejos. Recuerda que no es el objetivo en sí, sino el medio de ejercer tu profesión y poder ayudar a otros.
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