¿Te atreves a pensar en grande? Tras muchos años trabajando con emprendedores, estoy convencido de que es uno de los hábitos más complicados de adquirir, y también, uno de los más importantes para emprender con éxito.
Fíjate en los niños. Ilusionados con convertirse en exploradores, médicos, deportistas y buscando incansablemente esos superpoderes como la fuerza sobrehumana, la invisibilidad o la teletransportación.
¿En qué momento dejamos de pensar a lo grande y empezamos a introducir frases como “no puedo”, “lo haré luego”, “debería…”?.
Porque siento decirte que para ser emprendedor hay que retomar ese entusiasmo y –aunque controlando la fantasía– eliminar esas creencias limitantes que nos impiden crecer.
Conviértete en eso que llaman emprendedor visionario, soñador o incluso loco para emprender con éxito tu proyecto y sacúdete ese repertorio de justificaciones que camuflan el miedo al fracaso –¿o tal vez al éxito?–. Veamos cómo.
¿Qué Vamos a Ver?
¿Qué es pensar en grande en tu negocio?
Depende. Así es, depende de cada persona, sobre todo de su ambición y sus sueños.
Desde mi punto de vista, pensar en grande tiene dos implicaciones fundamentales:
Ambición sana
No una ambición desmedida que te quite la vida como la de C. Tangana, sino una ambición sana, equilibrada, acorde con tu forma de ser.
Tienes que imaginar qué tipo de negocio y de vida ambicionas.
Nadie dice que no a forrarse o dar un pelotazo, pero es difícil y la mayoría de la gente es muy feliz si consigue unos buenos ingresos haciendo lo que le gusta y sin dedicarle más tiempo de la cuenta.
El problema está en que, a menudo, me encuentro personas emprendedoras con proyectos demasiado poco ambiciosos. O excesivamente ambiciosos. Los 2 extremos se tocan, claro, y conducen a la frustración.
Tu mejor versión
Pensar en grande tiene mucho que ver con el desarrollo personal y con evolucionar para dar lo mejor de ti mismo.
Para mi, pensar en grande es soñar con la mejor versión tuya y de tu negocio.
Y a partir de ahí ponerte en marcha para conseguirla.
Tiene que ver con dejar de ser el de siempre y empezar a actuar de nuevas maneras, borrando los límites que nos solemos imponer. Y desarrollando nuestra mentalidad emprendedora y empresarial.
En ese proceso es clave conectar con una visión positiva de la vida y superar tus miedos. Y como esto no es fácil, vamos a profundizar un poco en cómo funcionan los miedos y cómo afrontarlos..
Cómo reconocer el miedo
“Nuestro miedo más profundo no es no ser capaces, si no es que somos enormemente poderosos. Es nuestra luz y no nuestra oscuridad lo que más nos asusta…”
Marianne Williamson.
Aunque en el sistema evolutivo el miedo está pensado para reaccionar y sobrevivir a las amenazas, hoy es también una de las emociones que más nos paraliza. Y es que el miedo a fracasar, a hacer el ridículo o a no conseguirlo nos limita a la hora de tomar decisiones en nuestro negocio.
Lo primero para darle la vuelta es detectarlo y racionalizarlo. Porque, aunque solo sea por estadística, vale la pena intentarlo y poner en práctica ese famoso “el no ya lo tengo”.
¿Y qué ocurre con el miedo al éxito?. Sí, como lo lees. También está presente en la vida de muchos emprendedores que no logran hacer crecer sus negocios. Estas son algunas de sus características.
- Perfeccionismo. Muy ligado al miedo, al fracaso, por lo que, se intenta que todo sea perfecto, sin errores.
- Creer que no podrá mantener el éxito. Prefiere no intentar algo porque siente que será difícil mantenerlo en pie.
- Culpabilidad. No considerarse digno de alcanzar un logro.
- Temor a las opiniones de los demás. Supeditar los propios objetivos a los de los demás.
- Efecto bonsái. Muchos se vuelven conformistas por la influencia de otros o del ambiente que los rodea.
- Desprecio. A menudo los miedos o nuestros límites están escondidos detrás de actitudes de desprecio.
- Experiencias frustrantes. Por ejemplo, la primera vez que hablamos en público puede haber sido una situación incómoda.
Así que ya lo sabes, fuera excusas y fuera miedos.
12 Estrategias para pensar en grande y emprender con éxito
“Todo lo que la mente del hombre puede imaginar puede hacerse realidad”
Walt Disney
Veamos algunos consejos para vencer esos temores que nos impiden pensar en grande y limitan el éxito de nuestro proyecto.
- Disfruta de tu idea de negocio. Si haces lo que te gusta, te sentirás más optimista y te será más fácil encontrar soluciones a los retos que se te presenten a diario.
- Prioriza la imaginación sobre la experiencia: en una realidad tan cambiante como la actual, la imaginación te ayudará a encontrar nuevas soluciones y a innovar mientras que la experiencia a menudo ofrece respuestas a un mundo que ya no existe.
- Establece objetivos por escrito. Dale forma a tu proyecto con un plan de negocios completo, donde plasmar tus objetivos y cómo planeas realizarlos. Tenerlo por escrito te ayudará como hoja de ruta cuando te entren dudas.
- Pasa de los sueños a los hechos. Deja de aplazar las decisiones y empieza a tomar acción. Para ello, apuesta por traducirlo todo a objetivos SMART. Verás que se vuelve mucho más accesible.
- Deja de compararte con otros: eso te lleva a sentirte peor y mejor y a alejarte de lo importante, tu esencia. Solo debes compararte contigo, con tu yo del pasado. O con el que quieres llegar a ser en el futuro.
- Rodéate de personas que te aporten. El networking y el entorno en el que te muevas es fundamental para mantenerte motivado. Encuentra un espacio o comunidad donde te sientas arropado, elige un mentor, inspírate en otros ejemplos de éxito.
- Crea equipo y sistemas: solo no llegarás demasiado lejos, pensar en grande generalmente implica crear equipo, sistemas y poder delegar, aunque sea en colaboradores freelance.
- No sobreanalices todo. El temor a fracasar de nuevo es paralizante. Por eso, evaluamos una y otra vez qué puede pasar en diferentes escenarios. En tal caso, toma acción y recuerda que todo es un aprendizaje que suma para el siguiente paso.
- Nada ni nadie es perfecto. Por más que intentemos que algo salga perfecto y sin errores, es inevitable que requiera ciertos cambios o ajustes. Así que recoge las opiniones de tus usuarios y utilízalas para mejorar su experiencia. No te lo tomes como una derrota.
- Demuestra interés y consolida tu liderazgo. Escucha a tus colaboradores, clientes y proveedores, ellos pueden darte el feedback que necesitas para que tu negocio mejore día tras día.
- Mantén una actitud positiva y de agradecimiento. Quizás sea una frase muy trillada, pero si realmente la aplicas notarás que todo fluye mejor a tu alrededor. Una sonrisa, un saludo, una felicitación y mucho agradecimiento mejorarán tu día y el de quienes trabajan contigo.
- No te lo tomes de manera personal. Intenta encajar los comentarios negativos como retos para mejorar tu estrategia, no como una crítica a tu persona.
Cuídate y date la opción de tener éxito
Cuando hemos cometido un error, nos decimos frases como “mira que soy tonto” “cómo no me he dado cuenta” “no tengo las capacidades”, lo que demuestra que somos nuestros peores críticos.
La vida no es fácil y ser emprendedor es un camino lleno de retos en el que el mayor apoyo debe venir uno mismo. Así que empieza por valorar tus capacidades y cree más en ti.
Date una palmadita en el hombro y felicítate por todo lo que has logrado hasta ahora. No le temas al fracaso, porque solo un emprendedor que piensa en grande consigue aprender de los errores y lo intenta de nuevo.
Tal como dice el proverbio “El éxito es el resultado del buen juicio. El buen juicio es resultado de la experiencia. Y la experiencia es a menudo el resultado del mal juicio”.
Imagina si todo fuera fácil, nadie se esforzaría para conseguir sus objetivos y la vida sería supremamente aburrida.
¿Qué me dices, trabajas el hábito de pensar en grande?
Piensa en grande, muy buenas reflexiones, pensamientos y ayuda a seguir adelante
josep
Gracias Josep, claro que sí, mejor pensar en grande que en pequeño. Seguimos, un abrazo