Los OKR son una herramienta que facilita la planificación a corto plazo para alcanzar metas estratégicas, que es sencilla de implementar y resulta muy útil para emprendedores y pymes.
En los últimos años se ha puesto muy de moda a raíz de que se supiese que había sido una de las claves del éxito de Google e Intel.
Ese éxito reside sobre todo en su orientación práctica como herramienta, no solo de planificación, sino de seguimiento de resultados y asunción de responsabilidades en los equipos.
En este contexto VUCA de alta volatilidad que nos ha tocado vivir, es fundamental contar con herramientas de planificación ágil como los OKR.
Por todo ello, he elegido este tema para el artículo de hoy.
Te cuento qué son los OKR y cómo puedes sacarle partido a esta metodología para impulsar tu negocio, independientemente del tamaño del mismo. (Vale para todos).
¿Qué Vamos a Ver?
Qué son los OKR y cuáles son sus beneficios
El nombre OKR viene del inglés Objetives and Key Results, que quiere decir “objetivos y resultados clave”. Se trata de un método de planificación mediante el cual se establecen propósitos de forma abierta y colaborativa.
Los OKR pertenecen al grupo de las metodologías ágiles. Son tendencia entre las técnicas de administración de empresas hoy en día.
Pero no nos engañemos que no estamos inventando nada, llevan ya más de 20 años implementándose, aunque ha sido en los últimos años cuando se han hecho famosos.
Los OKR se pueden llevar a cabo en cualquier tipo de empresa o proyecto, independientemente de su tamaño.
En mi experiencia, son especialmente útiles a la hora de impulsar el crecimiento de las pymes y startups.
Aunque también aportan mejoras, aunque se usen en menor escala y profundidad, en freelance y microempresas.
Beneficios de los OKR
Este tipo de herramientas resultan efectivas porque:
- Permiten organizar la gestión del trabajo en torno a una meta de una manera muy eficiente.
- Contribuyen a mejorar la productividad y, por lo tanto, la rentabilidad de la organización al fijar indicadores capaces de medir el alcance de los resultados.
- Su principal propósito es conseguir que el equipo esté bien alineado con la visión y las tareas que conducen a su consecución.
Los OKR como metodología de gestión de equipos
Los OKR ayudan a que tanto los individuos como los equipos y la empresa vayan en la misma dirección.
Se trata de una metodología que se basa en la transparencia.
Así, al poner en conocimiento general lo que se hace y lo que se quiere alcanzar, los OKR fortalecen el sentido de pertenencia y el compromiso de los equipos, a la vez que los mantienen informados, al establecer de manera más eficiente las prioridades.
Por esta misma razón, contribuyen a una comunicación más efectiva.
¿Cómo implementar los OKR?
La metodología OKR no es una herramienta demasiado complicada y, bien implementada, organiza las ideas y mejora la planificación.
De hecho, ha sido de gran ayuda para empresas como Intel o Google. Y eso ha hecho que sean una metodología muy utilizada en el ecosistema de startups.
Lo sé, no se puede comparar, pero nunca está de más ver lo que hacen los gigantes.
No obstante, lo primero que hay que tener claro, a la hora de ponerla en práctica, es saber con claridad en qué dirección quieres ir y cuáles son tus metas.
En general, se establecen primero unos objetivos de empresa anuales y trimestrales.
A cada uno de ellos, le corresponden entre tres y cinco resultados clave. De esta manera, al dividir las metas en tareas de menor alcance, el progreso se ve más cercano y realizable.
De forma simplificada, delinear tus OKR requiere que definas:
- Tus objetivos: ten en cuenta que deben ser ambiciosos –pero realistas–, y también, es importante que resulten inspiradores para que los empleados trabajen por conseguirlos. Pues, no se plantean solo por aclarar la meta a alcanzar, sino que se espera que todos los miembros del proyecto se comprometan con ellos. Además, es necesario que sean claros, cuantificables y que realices un seguimiento adecuado.
- Tus resultados clave: son la respuesta a lo que te has propuesto. Deben estar acotados en el tiempo, ser medibles y posibles.
Una manera de saber el alcance de estos key results es darles una puntuación, identificable por todos los que participen en el proyecto.
Así se puede tener una idea aproximada de cuan cerca se ha estado de lograrlos y evaluar el progreso de la compañía.
Esta escala va del 0 al 1, siendo 0,8 y 0,7 lo esperable. Porque si la suma de todos los resultados clave diera 1, significaría que no se han planteado objetivos lo suficientemente ambiciosos.
Ejemplos de OKR
Para entender un poco mejor cómo funciona esta metodología, vamos a ver un par de ejemplos de OKR.
Supongamos que eres un autónomo que trabaja con otros profesionales y ofreces servicios de marketing digital.
Un objetivo principal podría ser aumentar tu captación de clientes. A partir de aquí, definirías tres resultados clave que serían el vehículo para conseguir esa meta. En este caso, los ejemplos de OKR serían:
- Establecer el contacto con diez clientes potenciales o leads el primer mes.
- Concretar reuniones con al menos el 70 % de esos prospectos.
- Lograr una conversión de, mínimo, el 50 % de los mismos.
O bien, podrías proponerte como objetivo darle visibilidad a un infoproducto que estás lanzando al mercado.
- Conseguir diez reseñas sobre el producto.
- Hacer una campaña de pago para atraer más personas.
- Publicar dos vídeos y una guía con posicionamiento orgánico que ofrezca información sobre lo que estás vendiendo.
Características de los OKR para ser útiles
Para que realmente sean útiles, es recomendable que los OKR se aplican de la siguiente manera:
- Planificación: generalmente se establecen los OKR dentro de la planificación trimestral habitual en las metodologías ágiles, aunque también se pueden incluir en la planificación anual.
- Constancia: para ello se hace seguimiento de los mismos en las reuniones semanales.
- Creados en equipo: es importante la participación de todos, lo habitual es que la mitad de los OKR se establezcan por los responsables, de arriba abajo, pero el otro 50% sean por el equipo, de abajo arriba.
- Ambiciosos: se trata de tener pocos OKR para cada miembro del equipo para no abrumar, pero que sean retadores.
- Medibles: está implícito en lo de «key results», para ello vas a tener que manejar datos, kpis de marketing y cuantificar resultados.
- Orientados al resultado: si no se consiguen y el equipo está a tope e involucrado, probablemente tiene que ver con que algo se está haciendo mal.
Por qué entender qué son los OKR te puede ayudar a impulsar tu pyme
Está claro que para poder crecer es necesario entender el terreno que pisas, ¿verdad?. Una buena manera de hacerlo es tener un sistema que te permita tantearlo, conocerlo y, también, labrar el camino que te lleva hacia el rumbo deseado.
Porque, más allá de toda definición técnica, los OKR representan la posibilidad de elaborar un plan a conciencia que te ayude a trabajar cada día un poco más por tus objetivos, haciéndolos alcanzables y medibles.
Eso sí, ten en cuenta que si adoptas la metodología OKR necesitarás paciencia, ya que requiere implementar el proceso varias veces hasta lograr engrasarlo todo y aplicar una cultura del trabajo más eficiente en tu día a día.
¿Qué dices? ¿Te animas a definir mejor tus objetivos y resultados clave?